jueves, 27 de septiembre de 2012

Y UNA NOCHE VOLVIÓ EL PIANISTA...

Las modas tienen la magia de convertir lo viejo en nuevo, lo corriente en novedoso, lo vulgar en cool. De esta manera costumbres, prendas de vestir y muchas cosas más, entre ellas la música, quedan atrapadas por la “fiebre de consumo”.

Una vez en el viejo canal 9 en uno de mis encuentros con el maestro Pancho Nolé, director de la orquesta estable de la emisora, a quien tuve el gusto de conocerlo en los años 90 en el programa “Finalísima” conducido por el recordado Leonardo Simons, hablando de nuestra pasión por la música pero especialmente por este instrumento tan noble como es el piano me confesaba:-Que suerte que podemos rendirle tributo a la música por la música en si misma, despojada de los versos que proponen las canciones. Las melodías son maravillosas-

El gusto por la música comercial orquestada, registrada y vendida por millones de discos en todo el mundo en las versiones de Ray Coniff, Frank Pourcel, Paul Mauriat, Caravelli hasta el piano interpretado por Liberace, supo de su esplendor hasta que su luz se fue apagando entrada la década del 80 con Richard Clayderman como su último gran referente.

Otras modas, otros oídos, captaron los nuevos y viejos sonidos mixturados, versionados o reciclados, desde el hip-hop pasando por el reggaeton, volviendo al eterno bolero o la cumbia, fue la música de los años venideros.

Pero casi sin querer en un reality de la canción, él reapareció. Volvió, sonó y con su melodía acompañó el llanto de los participantes que alcanzaban su sueño de cantar frente a un escenario.

Entonces todo se volvió más intimista y más simple, tan simple como que la emoción no se puede explicar con palabras, gana el talento perdido esperando que alguien los  descubra, ganan los aplausos que muchos imaginaron y por fin una noche ese deseo les fue concedido, y finalmente gana la pasión de quien desde toda su vida junto a su compañero de ruta de 88 teclas, le susurra mientras brotan las notas de su partitura preferida ¡SE HIZO JUSTICIA!

Daniel Raynér

No hay comentarios:

Publicar un comentario